Estoy lista,
El sudor de mis manos ha marcado la botella
Y no me queda saliva,
Ni aliento.
Llevo un buen rato abrazando una cerveza
Y empiezo a creer que es una persona;
Brindo, si me lo permites,
Por ese amor reciclado de películas y libros
Que me serviste templado.
Bebo, si tengo el valor de admitirlo,
Por esos recuerdos que intento esconder
En cada sonrisa que finjo.
Dejo caer la botella,
Mi rabia estalla con el impacto,
Y el cristal se clava en el suelo enmoquetado,
Y el líquido oscurece su verde triste;
Me enciendo un cigarro de los tuyos,
Amargo pero cálido.
Quizá esta noche me acerco a una de tus historias,
O tal vez,
Tan sólo sueñe.
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