lunes, 29 de diciembre de 2014

73



Nunca he podido asegurar
Si era el humo,
El alcohol,
Tu sudor,
O mis dudas,
Lo que hacía que mi piel se pusiera de gallina;
Pero eras tú.
Nunca he querido saber
Si lo que me hacía sonreír
Eran tus tonterías
O los paseos,
Los abrazos mientras atardecía,
El olor a café recién hecho cuando despertaba;
Pero eras tú.
No sé, Red,
Esto es tan confuso que casi lamento haberme ido sin avisar,
Pero no es propio de mí ¿verdad?
Me refiero a no ser egoísta.
Eso es lo que tú piensas, claro.
Déjalo, no son lágrimas,
Es whisky.
Estoy harta de ser siempre la mala,
De luchar por no serlo,
De fingir que no me duele dolerte.
Pero todas las veces
Que quise destrozarme,
Eras tú.

Lo que no supo Red



Salimos a la calle;
Los domingos nublados no hay nada como pasear cerca del mar,
Respirar el vaivén de las olas,
Saborear el salitre en tu piel,
Y soñar
Con que cada una de las nubes sobre nuestras cabezas
Son recuerdos de un futuro juntos.
Sonríes,
Me besas,
y Yo...
Inhalo cada uno de tus suspiros
Pero no consigo marearme.
Me coges la mano y me juras que no importa,
Tómate un tiempo,
Me dices;
¿Un tiempo?
¿Pero bajo tu abrazo?
Saldrás corriendo,
Nadie se acerca tanto a mí sin salir herido.
Pero tú haces algo que cambia todo,
Rompiendo de un portazo mis dudas:
Te sientas en el suelo,
Me pides que te acompañe.
Miramos el horizonte
Y cómo las nubes van desapareciendo.
Nos vamos a casa;
Los domingos despejados no hay nada como volver,
Rendirse a cada mordisco en el labio,
Sentir el calor de tu mirada,
Y luchar
Por cada uno de los sueños
Que nos acercan a este lugar.

Tu cariño es como un sorbo de café, Beth: corto, amargo e intenso



Me gusta estar allí,
Respirar el cielo nublado,
Contar las veces que me miras jugar
Con las hojas del otoño
Que bailan entre el humo de tu cigarro.
Te acercas,
Me abrazas,
Estamos en casa.
Pero sabes que no voy a tardar en marcharme
Y comienza a llover,
Odias que ocurra, ¿verdad?
Ser como el agua,
fluir,
huir,
Se me da bien.
Los árboles que nos rodean
Se zarandean con fuerza
Buscando ser libres,
Bailar con sus hojas,
Con tu humo,
Con las gotas de la lluvia.
Te ríes pero no te hace gracia,
Siempre hay un toque amargo en cada beso que te robo;
Tener esperanzas en este punto es absurdo
Y doloroso,
Pero las tenemos.
Siempre las tendremos
Mientras las gotas empapen nuestra mente.

Destrozar



Se enciende un cigarro y se apoya en la ventana;
Su mirada se estrella contra la mía,
Le pido que mire el paisaje y niega con la cabeza.
"Estás preciosa cuando te lo pasas bien"
Y tú estás cansado.
Salgo corriendo,
A nadie le debería importar pero todos me gritan "¡Mírame!"
¿Que te mire?
Hablas como si hubieras ido detrás de mí y me hubieras agarrado del brazo.
Pero nunca nadie se ha atrevido a hacer algo así,
Nunca nadie se ha atrevido a quererme así.
Con el tiempo llega el frío,
Ese doctor que dicen que todo lo cura,
¡Homeopatías! ¡tonterías!
Edificios altos y un cielo gris,
¿Contaminación? A su modo,
Yo lo llamo tristeza.
Una llamada perdida,
Es tu mirada, me pide que vuelvas;
Yo no se donde estás, no se donde estamos.
Y sueño que nos reencontramos un abril insignificante,
Que llueve y me besas;
Y te beso,
Te beso yo a ti por primera vez.
Pero...
Al fin y al cabo sólo es un sueño.

Desgarrar



Hoy no quiero caminar,
No necesito avanzar desde este punto.
¿Por qué?
Diré que buenas vistas,
Pero tú sabes que tan sólo estoy falta de ganas.
Son las 12 y me da igual,
¿Tú te acuerdas?
¿Te acuerdas de cuando a estas horas aún estábamos en tu cama?
En absoluto, eso te da igual,
Por supuesto...
¡Por supuesto!
Hoy no quiero ver, sólo mirar;
¡Quiero mirar las vistas!
Son increíbles desde este banco,
Primer plano del muro gastado de un edificio antiguo.
Pensarás que es otra de mis bromas,
Pero la verdad es que nunca he hablado tan en serio.
¿De verdad? ¿Vas a dejarme así?
Voy a quemar tu sonrisa,
Voy a desaparecer,
Desaparecer de verdad.

Un paseo



Lleno una maleta con la luz del día
Y salgo a la calle.
Los niños,
En el parque,
Pasean a sus padres.
Adolescentes comparten cigarros,
Mujeres en chándal respiran hondo
Su nube gris
De sueños depravados,
De esperanzas que nacen de amaneceres de resaca.
Ya no pisan tierra mis pies,
Ahora es asfalto.
Edificios altos en lugar de árboles cabizbajos,
Pero el mismo ruido,
La misma gente.
Hipocresía vestida de ciudad,
Cada día en su estado más decadente,
Y a la vez
Sincero;
Una paradoja que me recuerda lo que soy.
Por la noche, cerca de un bar,
Abro mi maleta.
No queda luz de día,
"Se lo llevó la oscuridad"
Y lo mismo pasó conmigo,
Sólo que yo
No volveré jamás.

Desengaño



Piso el polvo de la carretera y suspiro, lo único que tengo es mi caminar.
Y te quise, o creí hacerlo, al menos lo intenté hasta romperme, hasta rompernos.
Y quizá ese fue el problema, nos rompimos.
¿Y ahora?
Caminas, y lo único que tienes es tu soledad.
Y yo lo necesito.
Soy un ser antinatural, desgarro la piel de aquél a quien abrazo y lo llamo amor.

La gran incógnita y tú



Por la luna que nos vio caminar
Debería decirte todo aquello que sólo descubro en la noche:
Tengo demasiados amigos y pocos secretos.
Tú tienes sueños que se alimentan
De la luz del día,
Del sonido de mis suspiros,
De lo externo.
No soy en un mundo en el que no puedo ser.
Voces que no me representan
Dicen que hablan por mí.
Y las risas,
Y los gritos,
Y la música,
Amortiguan mi caída a lo mundano.
Tú sigues soñando,
Comprendo que no sé ser feliz.
Despertaré en medio de un delirio,
Sombras me darán de beber
De sus lágrimas destiladas,
Yo viviré.
¿Y tú?
¿Quién podrá saber de ti mañana,
Si eres viento entre los dedos
De mis manos abiertas?

Se consume ¿Y qué?


Sexo seco en una noche húmeda.
Estoy convencida de que mis venas no son más que hierro oxidado.
Me siento rígida, vacía, ebria...

Me siento sorda cuando pones La Cabalgata de las Walkirias en ese asqueroso cassette anciano y cansado y..
No te odio.
Nunca recordaré mis ambiciones de ser grande, no las tuve; simplemente fui grande. Un día lo fui.
Un día dejé de serlo.
No soy pequeña, enana, menuda, minúscula, microscópica, insignificante...
No sé que soy después de tanta mierda.
¿Soy?
Recuerdo cuando éramos, estaba bien sentirse parte de un todo.
Sonreíste y supe que todo se acababa, y no, no fue el principio de nada. ¿Principio de mi perdición?
Chorradas.
Llevaba perdida mucho tiempo.
Es gracioso cuando una acción solo acelera un proceso y finge ser el motor.
Pero no dejaré que te cuelgues esa medalla.
Es el único mérito que puedo atribuirme, así que pienso lucirlo.
Soy la culpable de mi propia perdición, de mi mierda, de mi muerte, de mi... existencia.
A veces tenemos que aceptar que nuestra propia existencia es triste, y sonreír,
o no.

al fin y al cabo, somos unos tristes.

Red estuvo enamorado



La miro como si fuese lo único que existiera en ese momento en todo el mundo.
Respiramos nuestros silencios, es delicada pese a todas esas cicatrices.
No tarda en levantarse de la cama, pero se vuelve, se acerca, me besa la frente y me mira seria
"Red, hoy te quiero más que ayer"
Y la veo marchar.
La veo marchar como cada día a la misma hora.
Y el mundo empieza a estar lleno de más cosas, pero en mi mente sólo existe un anhelo.
Y sólo soy capaz de rendirme a ese anhelo.
De desear volverla a ver, a besar, a acariciar, a escuchar, a sentir...
¿Quién es ella? ¿Quién soy yo?
¿Acaso somos otra cosa más que dos extraños?
¿Acaso cada beso, cada palabra, cada sueño, no son más que el encuentro entre dos almas perdidas que se buscan sin saberlo?
La quiero, y no quiero conocerla.
Sueño con que pasen los años y sigamos siendo dos extraños, dos desconocidos que saben lo importante el uno del otro.
Yo sé que ella se teme a sí misma.
Ella sabe que yo la temo.
Me pregunto qué estrellas son las que parpadean con cada beso que nos damos, qué nubes se deslizan sobre nuestras cabezas, cuántas hojas caen sobre un charco.
Sus mordiscos siempre dejan marcas, no la olvidaré.
Mañana quizá tenga el valor de pedirle que se quede.