viernes, 30 de enero de 2015

El olvido siempre se acaba recordando.

Hoy volví a ir.
Fue casi sin querer,
Estaba caminando sin rumbo y me di cuenta
De que tan sólo era mi mente la que no sabía la dirección,
Pues mis pies estaban decididos.

Me senté mirando al río.
Ya sé que no lo solíamos hacer así,
Pero necesitaba mirar el agua fluir,
Huir de mí,
Alejarse de mis infamias.

Porque no soy más que eso,
Un infame,
Un farsante,
Un... un... ¡Un tirano!
No soy más que un absurdo.

Mi vida es muy distinta ahora,
Ni siquiera me siguen llamando Red;
Hace años que no me pongo mi chaqueta,
Frecuento otros ambientes,
Ni si quiera respiro el mismo aire.

Empiezo a darme cuenta de que,
Queriendo lo mejor para mí,
No he hecho más que vivir la felicidad,
Sí,
Pero la de otra persona.

lunes, 19 de enero de 2015

Ebrias noches

Estoy lista,
El sudor de mis manos ha marcado la botella
Y no me queda saliva,
Ni aliento.
Llevo un buen rato abrazando una cerveza
Y empiezo a creer que es una persona;
Brindo, si me lo permites,
Por ese amor reciclado de películas y libros
Que me serviste templado.
Bebo, si tengo el valor de admitirlo,
Por esos recuerdos que intento esconder
En cada sonrisa que finjo.
Dejo caer la botella,
Mi rabia estalla con el impacto,
Y el cristal se clava en el suelo enmoquetado,
Y el líquido oscurece su verde triste;
Me enciendo un cigarro de los tuyos,
Amargo pero cálido.
Quizá esta noche me acerco a una de tus historias,
O tal vez,
Tan sólo sueñe.

viernes, 16 de enero de 2015

Telegrama de la ingenuidad.

Todos los días salgo a la calle,
Llueva o nieve,
Todos los días.

Salto los charcos y tiro mi paraguas,
No me importa,
Tengo que darme prisa,
Tengo que ser rápido.

La velocidad
Es algo que te define,
¿Te lo habían dicho?
Eres fugaz.

Todos los días sentada en ese banco,
Haga bueno o malo,
Todos los días.

Camino por el puente anciano,
Acaricio la seca barandilla,
Me acerco a ti pero te siento lejos,
Me arañas el brazo.
"Ten cuidado, chico."

Nos movemos hacia un lugar menos amable,
La luz saca el amarillo de tus ojos,
Y no entiendes lo preciosa,
Lo eterna que estás cuando sonríes
De esa forma que sólo a mi me dejas ver.

Por la noche sólo la luna me acompaña,
Y le cuento historias de amor
Que no soy capaz de escribir;
Me pregunto si algún día
Tendré la suerte de vivirlas.


miércoles, 14 de enero de 2015

Aquellos días impares...

Ha cambiado su tabaco,
El nuevo le recuerda sus besos,
Y en el humo ve su sonrisa.
Maldito muñeco roto,
Frágil y rudo;
Pensó que no podía enamorarse hasta que vio sus lágrimas.

Beth se apoya en la ventana,
Suspira y una lágrima levanta el polvo del suelo.
La violencia de su respiración se apacigua;
Maldito muñeco roto,
Lleno de pasión y heridas abiertas.

Piensa en todo lo que podría haber hecho para no irse,
En todos los suspiros que podrían haberle salvado,
Incluso en las mentiras que podrían haberle hecho feliz...
Pero no la convence,
No la conviene;
Hoy no puede ser débil.

Sale al parque de debajo de su casa,
Cruza el puente de los candados oxidados,
Se sienta en su banco,
Los malditos patos llevan dos veranos sin aparecer,
Todo ha cambiado en esta ciudad,
Los pequeños gestos siempre han sido los más significativos,
Al menos para Beth.
No quiere vender su alma,
Pero porque cree que no tiene valor;
Necesita algo que le recuerde
Que incluso las personas buenas sufren injusticias,
Pero no cree haber conocido jamás a nadie de valor.
No sabe si lo que le quema es la autocompasión
O la resaca,
Pero está cansada.

Esta noche cambiará su destino.

Es el tercer vaso y sigo sin quemar tu recuerdo

Me entretengo,
Eso hago.
Y no, no quiero que me juzgues
Porque no tienes derecho a hacerlo.
Joder, sólo estoy sobreviviendo.

Y tú...
Y tus dudas,
Y el silencio de todo lo que ya no me dices,
Y el papel vacío con todo lo que ya no te escribo...
¿Por qué no me hacéis un favor y me dejáis en paz?

No entiendes nada,
O quiero pensar que no lo haces;
Nunca dije que fueras el amor de mi vida por miedo a que fuera real,
Nunca dijiste que yo lo era porque no merezco la pena,
¿Verdad?
¡Qué más da!

¿Sabes?
La conciencia no muere,
Me lo dijo todo el bourbon con el que me he atragantado.

Por favor,
No quiero que vuelvas
Pero quiero que te quedes.
Ojalá tuvieras el valor para hacerlo,
Ojalá tuviera yo la fuerza para pedírtelo.