miércoles, 13 de enero de 2016

El minuto de sobriedad de Beth

Bajo el abrigo que me ofrece el humo
Que esculpes fumando,
Entre la tenue luz de las farolas
Que se filtra por tu ventana,
Me encuentro observándote.

Dejo bailar mi mirada,
Concluyo en que me gusta todo de ti;
Desde cómo se acomodan las sombras
En los recovecos de tus clavículas,
Hasta tus ágiles manos firmes.

Concentrado en tu mundo
De imposibles que huyeron
De cabezas cuadradas
Buscando refugio en la mente de un soñador,
Suspiras sin percatarte de mi sonrisa.

Ojalá pudiera disfrutar cada noche
De la poesía que haces con tu respiración,
Del calor que desprende tu alma;
Deseo que el tiempo se paralice,
Que vivamos eternamente enfrascados
En este mismo momento.

Lo sé,
Ni siquiera existe la posibilidad
De conservar cada matiz que compone la escena.

Pero supongo que,
Como nos han educado a creer,
La belleza reside justo
En lo que es efímero.




No hay comentarios:

Publicar un comentario